Hola, chicas!
El cuidado de la piel no es tan fácil. Cosméticos, productos de cuidado y maquillaje, visitas a salones de belleza, protección UV… Mucho… Afortunadamente, mi método es completamente diferente. Aprende qué hacer si quiere convertirse en minimalista y experta en cuidado de la piel.
Mi rutina de belleza
Empecemos con… bebidas. Bebo agua con jugo de limón algunas veces a la semana. Tal cóctel efectivamente purifica el cuerpo, ilumina la piel y sobre todo – entrega una gran dosis de vitamina C. A veces tomo cócteles ricos en vitaminas y micronutrientes durante el desayuno; hacen que mi piel y cabello sean realmente hermosos y saludables.
Máscaras faciales se encuentran entre mis productos de belleza favoritos. Normalmente los compro en línea, pero recientemente comencé a usar ingredientes naturales y a hacer máscaras caseras. Por ejemplo, uso aloe, miel, especias, yogur y muchos otros productos en la cocina. Aplico una máscara casera en el cutis, el cuello y el escote y la dejo durante aproximadamente 30 minutos. Luego, lo enjuago con agua tibia.
Hago un tratamiento exfoliante dos veces por semana. Uso productos de droguería o caseros. Me encantan los exfoliantes de sal, azúcar y café, y en ocasiones los enriquezco con aceites, jugo de limón o gel de aloe. La eliminación de las células muertas de la piel acelera la reparación, aumenta el flujo sanguíneo, purifica los poros y ayuda a absorber los ingredientes de las máscaras y cremas.
Yo humedezco la piel todos los días. Las cremas y los bálsamos son esenciales en mi cuidado de la piel. Utilizo una crema ligera SPF enriquecida durante el día, mientras que en la noche aplico productos ricos y profundamente hidratantes. Masajeo la piel mientras la aplico para suavizar las arrugas, reafirmar la piel y reducir las sombras y las hinchazones.
Mis secretos para el cuidado de la piel
No solo los cosméticos le dan a mi piel un aspecto saludable y hermoso. Todos los días, como frutas y verduras, bebo mucha agua sin gas y evito los alimentos procesados, la comida rápida, los dulces y los refrigerios salados. Voy al gimnasio cuatro veces a la semana y a menudo corro y monto una bicicleta. Duermo ocho o más horas. Y… ¡Siempre estoy de buen humor!